UN SCANER MAS ÁGIL Y DISCRETO
Los viajeros se han acostumbrado a llegar con antelación para pasar los controles antes de acceder a la zona de embarque, pues a menudo hay que esperar colas debido a la lentitud del proceso y a la frecuencia con la que los arcos que detectan objetos metálicos dan falsas alarmas que obligan a realizar cacheos.
Por otro lado, los escáneres
corporales digitales implantados sobre todo en EEUU permiten detectar también objetos no metálicos, pero han
suscitado críticas porque los detalles de la anatomía del pasajero quedan
expuestos a las miradas del personal de seguridad.
Proyecto
TeraScreen
En diciembre de 2001, el fallido
intento por parte del denominado “terrorista del zapato" de hacer explosionar un
avión en pleno vuelo de París a Miami puso de manifiesto la insuficiencia de
los arcos que detectan metales y de las normas de seguridad que acababan de
implantarse tras los atentados terroristas del 11-S”.
En 2006 se logró abortar un plan
para explosionar varios aviones usando líquidos, lo que condujo a la
controvertida normativa que limita estos productos en el equipaje
de mano y obliga a
llevarlos en una bolsita de plástico. Y en diciembre de 2009, otro intento de ataque con explosivos escondidos en un
avión que cubría la ruta Amsterdam- Detroit recordó que hacen falta sistemas más versátiles que
detecten todo tipo de sustancias potencialmente peligrosas.
Desde entonces los Estados de la UE
han probado diversos escáneres para adaptarse a los nuevos métodos de los
terroristas teniendo en cuenta varias condiciones: que no sean dañinos para la
salud, que se respete la privacidad de los pasajeros situando en otra sala a
los vigilantes cuando sea necesario, que no se registren las imágenes y que se
pueda optar por un control manual.
Un escáner que está siendo desarrollado
por un consorcio liderado por la compañía española Alfa Imaging y financiado por la Comisión
Europea, intenta dejar atrás los inconvenientes de los sistemas implantados en
la actualidad, este es el denominado: TeraScreen
Menos falsas alarmas
Por un lado, el TeraScreen pretende
agilizar los controles al reducir las falsas alarmas y requerir menor atención
por parte de los vigilantes. Por otro, ofrece una imagen genérica computerizada del individuo, que ni muestra detalles
anatómicos ni queda registrada para respetar su privacidad.
El sistema se basa en la tecnología
de las ondas milimétricas. A diferencia de otros escáneres, como los que usan
rayos X, no emite radiación nociva para la salud.
No se trata de una tecnología nueva pues desde los años 70 se usa para ver en condiciones de baja visibilidad, por ejemplo, para que los helicópteros puedan aterrizar en el desierto si hay tormentas de arena.
No se trata de una tecnología nueva pues desde los años 70 se usa para ver en condiciones de baja visibilidad, por ejemplo, para que los helicópteros puedan aterrizar en el desierto si hay tormentas de arena.
Los ingenieros de esta empresa fundada en 2006 ya han puesto en marcha a la entrada de la base de la OTAN de Kandahar (Afganistán) un sistema pasivo de ondas milimétricas para detectar explosivos. Ahora están dando el salto al campo civil.
Su nuevo escáner combina un sistema
pasivo y otro activo en varias frecuencias de ondas milimétricas y terahercios,
que escanean al individuo mientras éste recorre sin detenerse un pasillo de
entre tres y seis metros.
Las
imágenes resultantes son procesadas automáticamente en tiempo real, mostrando en una pantalla la
silueta
Si el escáner localiza algún objeto sospechoso adosado al cuerpo,
indicará con un recuadro dibujado en la imagen el lugar en el que se encuentra.
Un sistema pasivo de ondas
milimétricas detecta la radiación
natural que los cuerpos emiten o reflejan, y la transforma en una señal
eléctrica.
Por ello, si el individuo lleva algún objeto adosado y
escondido bajo la ropa, esa zona no emitiría calor y sería detectada por la
cámara.
Pero además de localizar objetos escondidos, el sistema TeraScreen avisará al vigilante del tipo de amenaza detectada con un código de colores: por ejemplo, el recuadro será rojo si es un objeto metálico, verde si se trata de un líquido o azul si es un producto en polvo. Así, será capaz de detectar armas fabricadas con cualquier material, explosivos plásticos y líquidos o drogas.
Pero además de localizar objetos escondidos, el sistema TeraScreen avisará al vigilante del tipo de amenaza detectada con un código de colores: por ejemplo, el recuadro será rojo si es un objeto metálico, verde si se trata de un líquido o azul si es un producto en polvo. Así, será capaz de detectar armas fabricadas con cualquier material, explosivos plásticos y líquidos o drogas.
Además, ya no será necesario que el
pasajero se detenga, pues el control se realiza mientras camina, aumentando el
flujo de personas.
Nuevos
tipos de ataques
Los controles para detectar armas o
explosivos se han ido extendiendo paulatinamente a otros lugares vulnerables a
ataques, como centrales energéticas, plataformas petroleras, estaciones de tren,
museos e incluso hoteles y hospitales en algunos países.
Sin embargo, su
lentitud impide que su uso se generalice en recintos multitudinarios, como
estadios de fútbol, estaciones de autobús o salas de conciertos en los que
también pueden existir amenazas para la seguridad.
Este tipo de escáner propiciará la implantación de controles en este tipo de instalaciones. Se calcula que permitirá el paso de unas 400 personas por hora, más del doble que con los sistemas disponibles en la actualidad.
Este tipo de escáner propiciará la implantación de controles en este tipo de instalaciones. Se calcula que permitirá el paso de unas 400 personas por hora, más del doble que con los sistemas disponibles en la actualidad.
Aunque el precio actual de estos
sistemas de seguridad está entre los 100.000 y 200.000 euros, el objetivo es
llegar a ofrecerlos por debajo de los 50.000 euros.
El proyecto TeraScreen, que comenzó
a desarrollarse a mediados de 2013 y concluirá en 2016 con una demostración de su viabilidad en el
aeropuerto de Bristol (Reino Unido), cuenta con un presupuesto de 4,8 millones de euros.
La mayoría procede de la Comisión Europea, que lo ha incluido en su Séptimo
Programa Marco de la UE de Seguridad.
Fuente: El mundo.es
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