EL MUNDO CONVERSA CON TRABAJADORES QUE DENUNCIAN LA PRECARIEDAD QUE PADECEN Y LAS CONDICIONES INDIGNAS DE SUS EMPLEOS
"Búhos' nocturnos que vigilan la noche por menos de 1.000 euros al mes, enfermeras con una década de experiencia que rozan a duras penas esa cantidad, licenciados formados y con idiomas que se tienen que conformar con el salario mínimo o empleados que empalman contratos temporales y que tienen que hacer cuentas para poder cubrir los vacíos durante las 'vacaciones' no pagadas".
En la Jornada Mundial del Trabajo Decente, EL MUNDO rescata varios testimonios de trabajadores que, aunque agradecen no formar parte del casi 23% de españoles que está en paro, sí denuncian la precariedad que padecen y las condiciones indecentes o indignas de sus empleos.
Sin
duda alguna, uno de estos empleos, sumidos en la precariedad y objeto de continua
manipulación empresarial, es el de Vigilante de Seguridad.
"He llegado a trabajar hasta 20 horas"
Haga frío o calor, J.E, de 27 años, hace guardia en la calle. Es vigilante de Seguridad desde 2008 y ahora hace ocho horas, pero ha llegado a hacer hasta 20 en dos servicios, uno de 12 y otro de ocho, para poder hacer frente a sus gastos.
"Mi
trabajo es 100% indecente. Estoy ocho horas en la calle de pie, sin el
vestuario adecuado ni en verano ni en invierno. Durante dos años doblé turnos,
pero un problema de salud me sirvió para reflexionar. Me estaba dejando la vida
y la salud", explica.
"Entre
los vigilantes de seguridad", añade, "lo normal es hacer turnos de
10, 12 y 14 horas. El sueldo apenas llega a los 900 euros haciendo
162 horas mensuales y para completarlo muchos se ven obligados a hacer horas
extras", afirma.
"Además",
denuncia, "no se respetan los descansos". "Yo hago ocho horas
seguidas y tengo que pedir permiso si quiero ir al baño. En 12 horas el
descanso es de tan sólo media hora. La empresa abusa porque sabe que la persona
no se va a negar con todo el paro que hay".
Esta
joven tiene que pagarse de su bolsillo la ropa térmica en invierno y una gorra
en verano si no quiere terminar con una insolación. "La empresa no nos da
calzado apropiado, ni ropa térmica, ni guantes anticorte, poniendo así en
peligro nuestra seguridad", denuncia.
Pese
a la precariedad de las condiciones en las que trabajan, casi nadie se atreve a
alzar la voz. "Entre los compañeros hay miedo, no hacemos huelga porque
no hay unión. Todo el mundo se mata por las horas extra para completar el
sueldo y la gente se pisotea", añade indignada.
Lejos de mejorar su situación, con el paso de los años ha ido empeorando
De tener
tres pagas, julio, diciembre y marzo, ahora sólo tiene dos. Y la empresa les
cambia los horarios de un día para otro. "No podemos hacer planes.
Trabajar así es muy difícil de aguantar, te afecta a tu vida familiar, a tu
salud, tienes problemas para conciliar el sueño, etc. La gente no se va porque
es muy difícil encontrar trabajo".
Fuente:
el
mundo.es
.
2 comentarios:
soy vigilante , trabajo o trabajaba, desde febrero, ( el lunes salimos de dudas) para eulen , con contrato de 90 horas anuales en los eventos del futbol club barcelona ( servicio que perderan por su ineptitud) , como es evidente de eso no se come y he pedido trabajar mas pero no me han cambiado el contrato una vez superadas las horas contratadas y siguen poniendome horas que no cotizo y que me pagan como y cuando les sale de las narices. ¿ A quien beneficia esto ? ¿ Quienes lo estan consintiendo ? He pedido mis derechos y me van a despedir, eso es lo que pasa ahora en seguridad privada y en todos sitios.
Huelgaaaaaaaaaaa
Vaya sector... ni de lejos a los astilleros o mineros.
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